Lee con atención y responde:
a) Tipo de texto y justificación:
b) Tema.
c) Tesis.
d) Argumentos a favor.
f) Argumentos en contra.
Un
escrache es un escrache
La protesta intimidatoria es
inaceptable sea quien sea la víctima e independientemente del lugar donde se
produzca
El modo en que un grupo de policías municipales fuera de
servicio de Madrid protestó el pasado martes contra el concejal de Salud,
Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento, Javier Barbero, es absolutamente inaceptable.
La Constitución ampara los derechos de reunión, manifestación y libre
expresión, pero en ningún momento estos pueden derivar en el acoso personal y
la agresión verbal y material. Insultar y zarandear no forma parte del acervo
democrático de ningún país. La legítima protesta, por dura que sea, no tiene
nada que ver con rodear a un ciudadano y amedrentarlo.
Es necesario que quede claro: la práctica del escrache no puede
tener cabida en una sociedad democrática, ni debe ser justificada en ninguna circunstancia.
Da igual si la persona objeto de la intimidación es un
concejal
de Podemos en la calle, un alcalde del Partido Popular, una vicepresidenta del
Gobierno —ambos lo sufrieron en sus respectivos domicilios— o cualquier otro
ciudadano. Insultar, atemorizar, coaccionar con expresiones y gestos violentos,
dar patadas a un automóvil con el agredido dentro... no tiene nada que ver con
la libertad de expresión. Y no existen atenuantes, ni laborales ni ideológicos.
Porque, además de la violencia que encierran, este tipo de prácticas abre la
puerta a comportamientos todavía más exaltados y genera situaciones que pueden
escapar a todo control racional en cualquier momento.
Y hay que añadir que el escrache no solo se produce en la calle.
La lluvia de injurias y amenazas que inunda las redes sociales contra
diferentes
personas
e instituciones es la imagen auténtica de la falta de respeto y de agresión a
la convivencia. Y funciona como caldo de cultivo para comportamientos
intolerantes y violentos que confunden el mundo virtual con el real. En la
condena no debe haber diferencias ni de personas ni de lugares ni de
situaciones: un escrache es un escrache.
No hay comentarios:
Publicar un comentario